Siguiendo el camino...

18:54:00 / Y no por ser de nadie, es de Chico apocopado /


Una lágrima se derramó en medio de la autopista. Al impregnarse en el alquitrán, tornase la superficie de blanco y, de pronto, surgió un arcoiris inmenso que tiñó el cielo de color dorado. Apareció una pequeña niña pelirroja coja. Me acerqué y pude apreciar que sus ojos eran de un verde oliva escandalosamente llamativos, que hipnotizaban. La miré atentamente hasta que me introdujeron en su interior y, entonces, me hallé en un vasto paraíso de rascacielos en los que los soñadores se tiraban libremente desde las azoteas para poder vivir sus quimeras en paz y ser felices para siempre. Revolviose el terreno y convirtiose en un remolino de color azabache que me llevó al colchón de mi cama de un golpetazo. Abrí mis párpados pegajosos y topé con el oscuro techo de alcoba. Eran las cinco de la madrugada, hora de ir al trabajo.

1 comentarios:

Comment by Agustina Natalia on 8 de julio de 2008, 1:20

Hola, me gusto mucho tu blog. Gracias por lo que me escribistes, me encanta escribir y veo que a vos también. Espero que sigas leyendo lo que escribo jaja. De nuevo, muchas gracias! Natalia desde Argentina.

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