Buscando en el Google acerté a encontrar una salida a mi desesperación, ya que hallé a una maldita y entretenida página web que hablaba de lo que hacía su visitante en ese mismo instante. Me divertía ver como exponía a mis amigos y amigas a este 'pitoniso/a' y les afirmaba el color de su ropa interior o si les engañaba su pareja. En una ocasión, le dije a mi vecina que se expusiera a esto y le dijo el ente virtual que no llevaba nada. Vaya vergüenza..., con lo casta que decía ser, ¡jeje!
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